Por Norberto Costa
Discépolo advertía hace tiempo que ya todo iba siendo igual, nada era mejor. La mezcolanza de lo bueno y lo malo, lo sincero y lo falso en el mismo escaparate. Hoy no lo tenemos a Discépolo y la situación cambió para mal.
Hoy en los escaparates ya no está la Biblia junto al calefón, sólo quedó el calefón.
Habrá quienes dirán que el mérito es de todos, pero a mi entender la responsabilidad no ha sido del pueblo sino de las clases dirigentes.
El "kirchnerato" viene capitalizando a favor de su proyecto las experiencias de sus antecesores. La "fiebre hegemónica" de los K los desvela y su apetito de permanencia en el poder y su ambición de que éste sea absoluto los lleva a maniobras asombrosas. Ya podemos esperar cualquier cosa del clan K y su séquito de obsecuentes.
El Indec nos dice que la inflación prácticamente no existe. La presidenta nos invita a pasear en tren bala a Rosario y Mar del Plata. Nos asegura que el "plan" de ahorro energético ha sido un rotundo éxito y que no nos faltará energía gracias a su excelente gestión ante Lula Da Silva y Evo Morales. Militantes de Greenpeace, en medio de una costosa campaña, se pasean disfrazados de lamparitas de bajo consumo y rompiendo focos incandescentes en los supermercados, todo para avalar el "genial" plan de la presidenta.
Desde Puerto Madero, Néstor acordó (¿o ya estaba todo acordado de antes?) con Lavagna y se está apropiando de la estructura del PJ mientras vemos en la "vidriera irrespetuosa" la pulseada con Macri por el manejo del club Boca Juniors. Los K se siguen mostrando como los "paladines" de los derechos humanos y las relaciones con EEUU ya son "normales" porque las valijas venezolanas quedaron en el olvido. También se olvidó la "bolsita" de Micelli.
Moyano acordó por un mentiroso 19,5 % tratando de engañar a otros gremios menos poderosos. El periodismo obsecuente le da amplia difusión mientras Cristina, complacida, inaugura para la foto, un barrio de viviendas en Santa Fe.
El "pintado" Lousteau tironea y pierde con Guillermo Moreno -el "dibujante presidencial"- quien sigue con su obra. Misteriosamente se "suicidan" militares antes de declarar.
Los "agronegocios" van viento en popa y el negocio petrolero estará muy pronto en manos de empresarios nacionales amigos del poder (¿empresarios? ¿nacionales?).
Las mineras transnacionales ante la imposición de miserables retenciones hacen juicios al Estado y amenazan con usar más cianuro en la explotación para no perder rentabilidad.
Sin ninguna amenaza (directamente lo hacen) los aviones fumigan cada vez más cantidad de agrotóxicos sobre la "Diosa Soja" y sobre los cuerpos de los habitantes de barrios periféricos de las ciudades.
La riqueza ictícola de mares y ríos sigue siendo saqueada y exterminada.
Perdón Discépolo, pero la realidad que pintaste se quedó corta.
En los escaparates ya no quedó el "derecho", sólo el traidor. Chorros y estafadores están en la vidriera. Los inmorales afanan en su ambición y el pueblo "gil" que llora y no "mama" está herido por el sable sin remache de la entrega y la traición de sus gobernantes.
Afuera de los escaparates están los chicos de la calle muriendo el "país de pegamento" que canta "La Blusera".
Familias revuelven la basura y los conchetos macristas porteños no quieren ver pobres cartoneros ni brindarle salud a los negritos de la provincia.
El campo va quedando sin campesinos, y éstos pasan a los barrios marginales de las ciudades a depender de la limosna oficial.
Los trabajadores del Gran Buenos Aires viajan como animales en lastimosos trenes que no son bala.
En medio de su "plan nuclear" la CNEA sigue negando el envenenamiento de los vecinos de Ezeiza, el gobierno de Córdoba sigue dándole vueltas a las Madres del Barrio Ituzaingó Anexo que ya cuentan con más de 200 casos de cáncer, y el gobierno de Catamarca sigue elogiando a la megaminería mientras Andalgalá no tiene agua potable y la cifra de suicidios en la provincia triplica la media nacional.
Alperovich en Tucumán quiere hacer plata los edificios históricos. Gioja en San Juan sigue como "gerente" de la Barrick Gold.
Los tobas en el Chaco siguen muriendo y Picolotti sigue maquillándose en silencio mientras Minera La Alumbrera, Veladero y Cerro Vanguardia siguen contaminando.
Botnia sigue funcionando y ya llegan Ence y Stora Enzo a Uruguay, pero Tinelli este año nos hará "nadar por un sueño" mientras sueña con desalojar mapuches de sus tierras.
El "minero" Jorge Mayoral, casi no habla pero sigue operando para los saqueadores de nuestros bienes comunes.
Los "fondos de Santa Cruz" no aparecen y los K incrementan descarada, desmesurada e injustificablemente su patrimonio, mientras Peralta no permitirá la minería en El Calafate, propiedad de los mismos K.
Perdoná Discépolo, pero sólo el que mata y el que vive de los otros quedó en la vidriera. El "honrao" que labura día y noche como un buey –y no le alcanza- quedó afuera, en la calle.
Debiéramos hacernos dueños de ella.
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