UN DEBATE CLAVE

Advierten que el Estado es el responsable de que las empresas contaminen el agua



	En el Congreso Nacional del Agua, los expertos alertaron sobre la delicada situación que padece la cuenca Salí-Dulce.


	Las guerras por el agua no son una ficción Para el experto en Ciencias y Tecnologías en Medio Ambiente de la Universidad de Burgos, España, Luis Alberto Núñez Recio, hablar de futuras guerras por la posesión de los recursos hídricos no es una idea tremendista. De hecho, para el especialista, ya hubo conflictos bélicos que confirman esta afirmación. “Los israelíes constantemente avanzan militarmente sobre sus vecinos árabes por los Altos del Golán (zona rica en agua dulce)”. Otro caso, que no llegó a transformarse en un conflicto militar se da en España donde muchas regiones mantienen diferencias por el manejo del agua frente al crecimiento de sus poblaciones y cultivos “Hay que buscar el equilibrio entre el desarrollo y uso del recurso”, señaló el docente.

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A través del cumplimiento de las normas, hecho que debe ser velado por el Estado, las empresas deberán ejercer un desarrollo sustentable en sus procesos productivos, coinciden expertos que participan del Congreso Nacional del Agua que se realiza en Tucumán. Advierten sobre la gravedad de la cuenca Salí-Dulce aunque reconocen que hubo algunos cambios. Reclaman una participación activa de la población en defensa de sus derechos ambientales.

Si las leyes que preservan al medio ambiente se mantienen en vigencia, el Estado tiene la obligación de hacerlas cumplir. Las industrias deben producir en forma sustentable bajo un fuerte control del Gobierno. Esta es una de las premisas básicas a la hora de preservar el estado ambiental de la vasta cantidad de recursos hidrográficos con los que cuenta la provincia. La conclusión no es casual: decenas de expertos provenientes del exterior y de todo el país se encuentran en la provincia abocados en analizar la situación del agua en sus más diversos aspectos.

De esta forma, en el marco de la XXI edición del Congreso Nacional del Agua (Conagua), consultados por primerafuente, varios especialistas, enfatizaron la delicada situación que padece la cuenca Salí-Dulce, una de las principales recursos hidrográficos del país. Para el docente experto en medio ambiente de la Universidad de Salta, Luis Arce, la región del país por donde se extiende la cuenca sufre una fuerte influencia “de factores de poder que no tienen las mejores intenciones y ejercen una política barata” a la hora de tomar acciones directas en cuanto a las gestión de los recursos naturales. “Acá no hubo prevención alguna. Recién ahora la cuenca se transformó en una preocupación”. Sin embargo, el especialista advirtió que llevará al menos una década de millonarias inversiones descontaminar al Salí. Para el presidente del Instituto Nacional el Agua, Raúl Antonio Lopardo, se hace menos de lo que en realidad debería hacerse a la hora de preservar el estado ambiental de las cuencas del país debido a factores económicos y jurisdiccionales. En este marco, si bien sostuvo que la calidad del agua varía según regiones, no dudó en calificar al río Salí y al embalse de Río Hondo como “casos emblemáticos en cuanto a la contaminación de los recursos de agua naturales”. Alberto Ciampini, presidente del comité ejecutivo de la cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Negro, advirtió que Tucuman deberá trabajar sobre un control estricto a las industrias que arrojan sus efluentes a los cursos de agua. “Hay que atacar esto desde el principio sino no se podrá seguir adelante”. Para esto, recomendó que el Estado debe aplicar controles administrativos sobre los municipios que habilitan a las industrias mediante el cumplimiento estricto de las leyes vigentes. Otro destacado experto que participa de este Congreso (se llevará a cabo hasta el sábado en el hotel Catalinas Park) es especialista en Ciencias y Tecnologías en Medio Ambiente de la Universidad de Burgos, España, Luis Alberto Núñez Recio, quien reconoció el constante choque entre los intereses económicos y ambientales. “Hay un factor esencial entre estos dos extremos de la balanza y es la justicia. Esta debe ser respaldada por la población que debe conocer sus obligaciones y derechos en cuanto a la preservación del medio ambiente, analizó. Advirtió que a Tucumán le queda un muy largo camino para solucionar aspectos claves de esta problemática que no cambiará sin compromisos sociales, según agregó.