Las corporaciones energéticas transnacionales están empeñadas en masificar la explotación del carbón en las centrales eléctricas mediante la farsa del "carbón limpio" -que supuestamente capturaría y almacenaría el pernicioso gas CO2 que contribuye al cambio climático-, mientras el Banco Mundial desalienta los proyectos de energías alternativas y
El "carbón limpio" es una farsa que por lo menos duplicaría el precio de la electricidad y sembraría el planeta de peligrosos depósitos de CO2 en riesgo de explotar, mientras las corporaciones filiales de las compañías energéticas destinan los incentivos concebidos por el Banco Mundial para las energías alternativas a la industria forestal en los países pobres, desalojando a los indígenas y acabando con las aguas, a fin de producir madera y celulosa, y ganar así "acreditaciones anti contaminación" que, a la vez, les permiten a las transaccionales energéticas dejar las cosas tal como están en los países que ya están contaminando.
Portugal es uno de los pocos países europeos que se ha tomado en serio la producción de energía de fuentes limpias, construyendo enormes instalaciones de energía fotovoltaica extraída de la luz solar.
La burocracia internacional que aconseja a la mayoría de los gobiernos de todo el mundo en política energética están oprimiendo un interruptor global para obstruir la energía renovable debido a que esa estructura de funcionarios está subordinada a los intereses de las corporaciones del petróleo, el gas y la energía nuclear, según un informe de Energy Watch (Observadores de
Un informe publicado por el grupo reclama que
El informe indica que el número de turbinas de viento instaladas durante la década pasada ha crecido en 30% anual y la capacidad total de esa energía eólica supera a 90GW, equivalentes a la producción de 90 plantas de carbón convencional o de centrales nucleares.
Añade que el auge de la energía eólica "hasta ahora ha sido apenas afectado por efecto de la recesión o de la crisis financiera".
El informe vaticina que si continúan las tendencias actuales, sólo construyendo la mitad de todos los nuevos proyectos de energía eólica o solar, la capacidad energética del viento y del sol podrían alcanzar a
7.500GW antes de 2025 y las plantas eléctricas convencionales se podrían eliminar totalmente antes de 2037.
Werner Zittel, de Energy Watch, dijo: "El viento, amalgamado con la energía hidráulica, solar, biomasa y energía geotérmica no sólo es una alternativa rápida y rentable, sino que podría cubrir todas nuestras necesidades energéticas dentro de la primera mitad del siglo 21".
No hay comentarios:
Publicar un comentario