He notado que lo que más contaminado está son las almas de muchos funcionarios, muchos empresarios, unos cuantos punteros políticos y los vivos de siempre (esos que se cuelgan de cualquier tren que pase para ver qué sacan).
En nuestra región hay mucha gente que está sufriendo por la contaminación que provocan la Minera La Alumbrera y casi todas las industrias de Tucumán. Además están los basurales a cielo abierto sin ningún tipo de tratamiento a los residuos (como el terrible caso de Pacará Pintado en Tucumán) y el vertido de líquidos cloacales a los cauces de los ríos. Nos están robando la salud y transformarán toda la cuenca Salí-Dulce en algo similar al Riachuelo de Buenos Aires. No les importa.
Almas contaminadas que solamente buscan, en algunos casos, enriquecerse a cualquier costo, obtener réditos personales o políticos, y en otros casos la contaminación del alma se nota en los funcionarios que no hacen nada, o hacen poco, o manejan tiempos de escritorio, muy distintos de los tiempos de la gente que deberían proteger.
Almas contaminadas que son insensibles a la enfermedad, el mal olor, la muerte de la fauna y la flora autóctona, la progresiva pérdida de fuentes de trabajo por la cada vez menor afluencia turística, total ellos están lejos de la podredumbre.
Almas contaminadas que nos quieren convencer de que es necesario contaminar para que haya puestos de trabajo en las industrias. Es como si para que un ser humano no muera de hambre le diéramos alimentos envenenados.
Almas contaminadas que tienen el poder económico y político y se sirven de él para aumentarlo, dando migajas envenenadas a la sociedad.
Almas contaminadas que a lo largo y ancho de nuestro país entregan nuestro patrimonio, dejandonos a merced de las multinacionales que nos saquean y contaminan.
Lo único que podemos oponer a estas almas contaminadas es nuestra conciencia, la concientización de la población y la organización y movilización social.
LUCHEMOS
BASTA DE CONTAMINACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario